La historia detrás de la fundación de Crystal Lagoons es inspiradora.
Fernando Fischmann, fundador de Crystal Lagoons, superó enormes problemas y dificultades hasta lograr el éxito en el desarrollo de la tecnología son realmente admirables, al igual que la capacidad de expansión local e internacional en un periodo muy corto de tiempo. Hoy, su historia se ha transformado en un caso de estudio en muchas universidades renombradas del mundo.
El Problema
Fernando comenzó a planificar el proyecto inmobiliario de segunda vivienda llamado San Alfonso del Mar, en Algarrobo, una pequeña ciudad en la costa central de Chile. A pesar que el lugar contaba con una maravillosa vista al mar y se encontraba cerca de la capital, Santiago, la zona era poco atractiva debido a sus fríos mares, la presencia de grandes olas y corrientes peligrosas que generaban riesgos para los bañistas. Tanto así que siempre ha estado prohibido nadar o mucho menos practicar algún tipo de deporte náutico en el lugar.
Basado en estos problemas es que Fernando soñó con crear una enorme laguna con aguas cristalinas color turquesa, que proporcionara a los visitantes la oportunidad de nadar y disfrutar de diversos deportes acuáticos, en un ambiente seguro y limpio.
Con el objetivo de encontrar un sistema que permitiera mantener el agua de esta gran laguna en estado cristalino y a bajo costo, Fernando Fischmann visitó importantes empresas en Europa, Australia, Estados Unidos y muchos otros países. Sin embargo, en reiteradas oportunidades le dijeron que la tecnología que buscaba no existía y que no era posible desarrollarla.
El proyecto San Alfonso del Mar incluye una laguna de 8 hectáreas (20 acres), con un volumen de agua de 250.000 m3 (66 millones de galones), equivalente a 6.000 piscinas tradicionales. Si se utilizara la tecnología convencional para mantención de piscinas se necesitarían 6.000 filtros y 6.000 dosis de cloro, lo que obviamente lo hacía económicamente inviable. Por otra parte, las piscinas más grandes del mundo que existían hasta ese momento (más de media hectárea – aproximadamente 1 acre- de superficie de agua), tenían enormes problemas y altísimos costos de operación, lo que finalmente causaba que fuesen cerradas.
Pero Fernando no se dio por vencido. Siendo bioquímico de profesión, decidió realizar personalmente el desarrollo de la solución. Montó un laboratorio de experimentación y análisis y después de 7 años consiguió hacer su sueño realidad: la exitosa creación de la tecnología de Crystal Lagoons.
La Solución
Esta revolucionaria innovación permite el desarrollo y mantención de lagunas cristalinas de tamaños ilimitados en cualquier parte del mundo, de manera sustentable y a muy bajo costo. Una tecnología que ha sido patentada internacionalmente para proteger la innovación y así evaluar diferentes opciones para su comercialización.
San Alfonso del Mar fue concebido originalmente como un proyecto de segunda vivienda, con un total de 400 departamentos. Sin embargo, después que la tecnología de Crystal Lagoons se aplicó en la laguna del proyecto, el éxito fue tan grande que se decidió ampliar el desarrollo inmobiliario llegando a un total de 1.400 departamentos, e incluso duplicando los precios de venta originales. Lo que Fernando creó fue un concepto completamente nuevo: una gran laguna cristalina que cambió definitivamente el panorama local de una manera revolucionaria, no sólo mediante la creación de un lugar atractivo y seguro para la natación y otros deportes acuáticos, sino también ofreciendo vistas espectaculares y oportunidades para realizar actividades recreacionales, paseos y desarrollo gastronómico, entre otras instalaciones alrededor de la laguna;
Una transformación
y revitalización total
de toda una comunidad.
San Alfonso del Mar
San Alfonso del Mar, el primer proyecto en el mundo que empleó esta innovadora tecnología, se alzó rápidamente como el “resort de segunda vivienda más exitoso del hemisferio sur”. La originalidad de este concepto y su tecnología fueron destacadas comercialmente cuando la laguna de San Alfonso del Mar –con un área de 8 hectáreas (20 acres) y 1 kilómetro (0,62 millas) de longitud–, fue galardonada con el Récord Mundial de Guinness en 2007 como la laguna cristalina más grande del mundo.
Fue así como en el año 2007, Fernando fundó Crystal Lagoons como empresa, con el objetivo de comercializar este innovador concepto y su tecnología, centrándose desde sus inicios en desarrollos inmobiliarios en todo el mundo y creando un modelo de negocio que le permitiera replicar el éxito obtenido en San Alfonso del Mar. Para esto, impulsó un innovador modelo en el mercado inmobiliario, que definió bajo el concepto de “vender inteligencia”. Crystal Lagoons se asocia con desarrolladores o licencia el uso de su tecnología y a la vez proporciona diseños conceptuales arquitectónicos, especificaciones de ingeniería, suministro de equipos, sistemas y elementos especialmente diseñados para Crystal Lagoons, supervisión durante la construcción de la laguna, entrenamiento del personal de mantenimiento, monitoreo y operación permanente mediante telemetría, y apoyo con el marketing del proyecto.
La Nueva Revolución
Después de 10 años transformando el mercado inmobiliario, Crystal Lagoons ha comenzado una nueva revolución modificando ahora la vida en las ciudades con sus Public Access Lagoons™, también conocidas como PAL™. Se trata de monumentales lagunas cristalinas rodeadas de arenas blancas, a las que se accede por cobro de entrada. Crystal Lagoons hoy trae el océano a las ciudades, creando vida de playa urbana, tal como hace 200 años un arquitecto en Inglaterra llevó un trozo del bosque a la ciudad de Londres y se crearon los parques urbanos.
Public Access Lagoons™
Los proyectos PAL™ son reconocidos internacionalmente por su aporte y valor agregado a la ciudad y se convierten en el lugar perfecto para realizar eventos, lanzamientos, ferias, food-halls, conciertos, day clubs, etc. Todo, en un entorno paradisíaco y múltiples escenarios, tales como la playa, la península de los matrimonios dentro de la laguna iluminada, en una terraza frente a la laguna, en un domo transparente.
Cuentan además con vasta gastronomía, tiendas de retail, beach clubs, anfiteatros y actividades recreativas y culturales. Se trata de una generación de recreación urbana totalmente nueva, que marca un nuevo estándar para cualquier lugar público de entretenimiento, convirtiéndose en el punto de encuentro del siglo XXI.
Asimismo, durante los últimos años Fernando Fischmann reside en Estados Unidos, dedicándose a tiempo completo al desarrollo de nuevas innovaciones. Entre ellas, un conjunto de aplicaciones de gran impacto medioambiental que permitirán resolver problemas globales como la escasez de agua y energía.
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